Publicado por : Zero Kuroneko
enero 30, 2014
En un reciente post en su blog personal, la mangaka Yuu Watase (Fushigi Yugi, Ayashi no Ceres) escribía abiertamente sobre su negativa experiencia con un antiguo editor de su actual manga, Arata Kangatari.
Watase describía una típica mañana, comentando que solía tener dolores de cabeza a menudo y que sentirse confusa y superada por la situación, era algo normal tras haber tenido que pasar la noche en vela para poder entregar el trabajo a primera hora de la mañana. Todo esto, para que el editor le dijera siempre que redibujara todo y tener que volver a hacerlo todo deprisa y corriendo para llegar de nuevo a la entrega del día siguiente. Con el paso del tiempo, se percató de que su agotamiento se generaba del exceso de peticiones de redibujar escenas por parte de su editor.
Al final, todas las páginas del retrasadísimo arco de Suzukura ya han salido. Seis capítulos en total. La mayoría de ellas han tenido que ser redibujadas. Uno de mis asistentes me decía: “Esta situación es insoportable. No tiene sentido que una historia “tenga sentido” solo tras haber tenido que redibujar prácticamente todo. Si hubiéramos dibujado todo esto así cuando comenzamos, no habríamos tenido que pasar por todo esto. Si ya tenía el guión pensado desde el inicio, Watase-san… ¿cómo ha acabado siendo una historia tan diferente?”.
Watase después mencionaba que efectivamente, tenía toda la historia de Arata Kangatari pensada de antemano, y que ya había hablado del argumento y el desarrollo de la historia con su editor, pero se preguntaba si es que el editor no había comprendido sus palabras o su visión de la historia.
El editor solía “echar por tierras sus ideas para hacer sitio para las suyas propias“, y continuamente le pedía que redibujara páginas. Las escenas que a su editor no le gustaban o no comprendía, simplemente se eliminaban, por mucho que ella insistiera en que eran fundamentales. La respuesta del editor siempre era: “Dibuja exactamente lo que yo te digo”.
Watase debutaba en 1989 con su manga Pajama de Ojama, publicado en la revista Sho-Comi. Pese a sus décadas de carrera, puntualizaba que esta mala experiencia con un editor ha sido algo que ha experimentado por primera vez: “Hacía que me sintiera confusa, exhausta, y hacía que mi deseo de crear se desvaneciera“. La autora llegó a preguntarse incluso si seguir dibujando manga.
Tras hablar con otros autores, Watase descubría que su editor, “Señor I“, trataba de la misma manera a todo el mundo. Aunque sus amistades le preguntaban por qué continuaba cediendo a sus demandas, ella les respondía que estaba “entre la espada y la pared“, porque si no aprobaba las páginas que entregaba, no podía llegar a las fechas de entrega. Hablar con él y explicarle sus preocupaciones solo servía para que luego él se vengara.
En cuanto a Arata Kangatari específicamente, Watase inicialmente intentó trabajar con el editor, pero siempre que ella le decía qué rumbo quería que tomara la historia y qué temática debía seguir, él insistía en hacer correcciones. También se aventura a decir que sus correcciones eran inconsistentes, y que en muchas ocasiones olvidaba lo que ella le decía, con lo que eliminaba o editaba cosas que ella insistía en dejar en el manga.
Fue algo muy duro con lo que lidiar y me provocó muchísimo estrés, y más siendo en una publicación semanal… Fue como el mismo Infierno. Llegado a un punto ya no seguía dibujando por le bien de los lectores, ni siquiera por el bien del manga como tal. Simplemente dibujaba storyboards y páginas para poder obtener su aprobación y seguir avanzando…. Pensar que nada de lo que dibujaba era aprobado, hacía que cada vez me costara más y más dibujar las páginas, y los cortes y ediciones sin sentido hacían que me fuera casi imposible dibujar directamente.
Por suerte para Watase, su editor fue reemplazado cuando el manga llegaba al arco de Yataka. Escribía que aunque todavía estaba traumatizada para ese entonces, su experiencia con el nuevo editor era mejor y que solo le pedía cambios menores, como una o dos líneas de diálogo.
La autora concluía su post con un: “Parece que para el Señor I, los lectores eran imbéciles, y eso es algo que me entristece cuando pienso en los motivos por los que dibujo manga“.
La entrada original fue retirada posteriormente a su publicación, aunque puede leerse todavía en este enlace.
Watase lanzaba Arata Kangatari en la semanal Shonen Sunday de Shogakukan en el año 2008, y el tomo recopilatorio número 22 se lanzaba en Japón el pasado 18 de diciembre. El manga fue adaptado a un anime de 12 episodios en primavera de 2013.
Fuente: ANN
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